Cuando una persona o todo un equipo de trabajo te hace una crítica y ésta resulta ser constructiva está aportando, y esto es mucho mejor que aquel o aquellos que asumen posiciones neutras o de indiferencia. Si eres un líder que promueve espacios para el diálogo, potencia ese momento valorando y agradeciendo la participación de tu equipo de trabajo. Un colaborador crítico está demostrando que es activo, aprovecha entonces lo mejor de su activismo. Por ejemplo, cuando te encuentres con posiciones radicales en donde el mayor énfasis sea el de señalar lo negativo, ahí se abre una oportunidad para brindar espacios de auto-reflexión, invitándolos a explorar su capacidad propositiva a partir de un lenguaje que exprese voluntad e interés por co-crear una nueva realidad. Lo puedes motivar a que comparta cuál puede ser una propuesta de mejora, cómo ha sido su iniciativa frente a retos, qué novedoso ha implementado o le gustaría aportar -así no sea realizable por el momento-; pero
"Soy una convencida del valor que le aporta la comunicación a todo negocio. Desarrollarla estratégicamente para el servicio de todos, es mi gran pasión".